Buscando la
Cara del Señor
Mi más profundo agradecimiento por todo su apoyo y sus oraciones
Supongo que el título del mensaje de esta semana podría titularse “Reflexiones desde el mundo de la quimioterapia.”
Primero que nada, mi intención es hallar una forma de expresar mi más profundo agradecimiento a todos aquellos que han enviado tarjetas, notas y correos electrónicos en apoyo y oración. Ciertamente experimento la fortaleza que me brindan sus oraciones y sus buenos deseos.
La quimioterapia promete una prognosis positiva. A juzgar por los efectos de los dos primeros tratamientos, llegar a la meta va a ser toda una experiencia. En mi caso, la inyección de la quimioterapia dura dos horas, lo cual me permite dedicar tiempo adicional para la oración y la reflexión.
En el centro de oncología hay cubículos anónimos y enfermeros verdaderamente dedicados que administran las inyecciones.
Un caballero mayor le contaba a todo aquel que quisiera escuchar, lo afortunado que se sentía al tener una esposa y unos hijos tan buenos. Repitió sus pensamientos varias veces y eso me hizo reflexionar sobre la bondad de mi mamá y mi papá.
Recuerdo que en la parte posterior de mi Biblia preferida tengo guardada una nota escrita por mi mamá para mí mientras se recuperaba de la cirugía de remplazo de una cadera fracturada. Escribió:
“Querido Mark: La tía Mary dice que su accidente ocurrió por alguna razón. Estoy segura que el mío también. No puedo saber a ciencia cierta cuánto me ha hecho entender lo mucho que significa nuestra familia para mí.
“Nunca olvidaré [después de haberle causado tanto sufrimiento a todos] ¡que desperté y te vi arrodillado junto a mi cama! [Yo venía de Arizona]. No podía darme cuenta de todo el esfuerzo adicional que supuso que llegaras hasta allí.
“Gracias por todas las noches que pasaste ahí para consolarme en medio de mi sufrimiento. Verdaderamente no sabemos lo afortunados que somos de tener una familia tan magnífica.
“Que Dios te bendiga y te damos las gracias por todas las oraciones y la ayuda.”
Cito la nota de mamá porque expresa lo mismo que me gustaría decirles a todos ustedes. Pueden contar con mis oraciones de agradecimiento.
También he estado pensando mucho sobre mi papá. Él era la figura fuerte, siempre en segundo plano, cuidando a mamá durante su enfermedad.
Y lo que últimamente me impacta mucho es que mi papá nunca jamás pidió nada. Y no puedo recordar una sola vez que no fuera humilde, aun cuando estaba en su hora final. Su vida estaba dedicada al trabajo arduo y constante, y a estar allí para su esposa y sus hijos, y además, para los miembros de nuestra familia extendida.
Se me ocurre que a los padres que son así es muy fácil considerarlos como lo más natural del mundo. Mirando hacia atrás, debo admitir que lamento no haber podido pasar más tiempo con él durante el último año, pese a que él no lo habría recordado. Por supuesto, lo tengo muy presente en mis pensamientos y mis oraciones hoy en día.
Nunca podría llegar a responder a todas las tarjetas, notas y correos electrónicos que he recibido. Aquí me gustaría escoger al azar entre los cientos de tarjetas y notas hechas a mano que he recibido de los niños de los programas de educación religiosa de nuestras escuelas y parroquias.
Mi tarjeta hecha a mano preferida está elaborada con un recorte de cartulina roja. Se trata de una figura creada ingeniosamente, similar a un monstruo, que grita en letras oscuras “¡Avemaría!” Eso es todo. No sólo me divirtió; transmitía el mensaje acertado en dos palabras.
Otro compañero llamado Myles escribió junto a una gran estrella amarilla: “Una pequeña luz trae mucha esperanza.”
Alaina escribió: “Espero que se mejore para la primavera. Yo le voy a mandar una carta; usted es casi como un rey.”
Anthony escribió: “Espero que se recupere pronto porque usted es lo máximo.”
Jennifer escribió: “El amor de Dios ilumina todo, sin importar qué.”
Danielle escribió: “Mi mamá también tiene cáncer. Me gustaría que usted rezara por ella ¡y yo voy a rezar por usted!”
Lucas escribió antes del Súper Tazón: “Espero que se recupere pronto. Hemos estado rezando por usted.” Y a continuación, en mayúsculas, escribió: “ÁNIMO G-MEN, es decir, los Giants.”
John escribió: “Mi mamá también tiene una forma de cáncer. Tiene cáncer de seno. Al menos la ha acercado más a Dios. Espero que esta experiencia lo acerque aun más a Dios.”
Citó Salmos 121:1-2: “Alzo mis ojos a los montes, ¿de dónde vendrá mi auxilio? Mi auxilio viene de Yahvé que hizo el cielo y la tierra.”
Ethan escribió: “Estoy muy preocupado por usted. ... Todo el colegio reza por usted varias veces al día. Eso demuestra cuánto rezamos por la gente. Todos esperamos que se mejore muy pronto para que pueda volver a enseñar la Palabra de Dios.”
Con sus oraciones y la ayuda de Dios, lo haré. †